miércoles, 11 de enero de 2012

Anaid

Perdido y tirado en la nada un día
apareciste desviada en mi vida,
y mi tren descarriló de la vía
al ver tu pelo y tu iris pardo.

Vi en lo profunda de tu ojos,
como vereda de campo otoñal,
lluvia incesante de hojas,
las cuales mi senda ocultó.

Pero nuestra vida es contradictoria,
dos mundos en constaste colisión,
y el tiempo es una insistente mentira
en incesante y firme represión.

En una cruda noche de febrero,
en el corazón de la fria ciudad,
quise romper esa distancia
y ser nuestros besos pura poesía

Maldigo este maldito destino
que como colosal huracan frío,
se llevo tajante y enfurecido
mi esperanza de ser solo uno.

Otra noche fiel amor prohibido,
en medio de este vacio estelar,
volví a soñar otra vez contigo,
y tus petalos no dejaba de besar.

Amante de la ecología y las artes,
pero a la vez distante y cobarde,
el deseo nos seguira seduciendo,
y pienso arrancarte el corazón.

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