martes, 17 de abril de 2012

Miau

El neon ensombrece al sol,
iluminando el vasto asfalto,
donde se esconde gente modesta,
e ilumina a los romanticos.

Las ratas agazapadas observan,
entre escombros y alcantarillas,
debajo de rincones asustadas,
las eses pícaras de dos gatos.

El reglamento se desquebraja,
entre las calles en penumbra,
ni dioses ni patrias ni amos,
en cada salto por los tejados.

Se rompe la tela de amargura,
se desquebraja la tristeza,
y en tus ojos color oliva,
el reflejo del gozo y el neon.

En la calle de los sueños rotos,
desnudaste todo tu sentimiento,
nuestras colas se enrollaron,
y entre huerfanos nos dimos calor

Nunca sera para ninguno de los dos,
ni la derecha ni la izquierda,
ni para arriba ni para abajo,
solo el abismo entre los tejados.

Bendita sea tu boca que da besos,
cuando nos cansamos de soñar,
cuando no hay nada en lo que creer,
y la luna nos arropa con su manto.

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